Nuevos propósitos para cualquier momento de la vida
Es un clásico, con el inicio del otoño y el fin de las vacaciones de verano, después de finalizar el año, y porqué no, en cualquier momento de la vida; -miramos con perspectiva y distancia nuestra rutina habitual- y surge la motivación para replantearnos nuevos objetivos y desafíos que nos gustaría alcanzar.
Esto es algo saludable y tenemos que sentirnos orgullosos de que así sea, de hecho demuestra que estamos vivos y asumimos la responsabilidad de nuestro devenir. Escúchate, siéntete, piensa e imagina los cambios, empápate de sus beneficios y absorbe toda la energía que estas acciones te brindan. Todos estos procesos son un ejemplo del fluir de la vida y se dan cuando estás preparado y necesitas un cambio para tu crecimiento y sano desarrollo como persona.
Estos propósitos pueden ser muy variados, de diferente naturaleza y alcance. Desde aprender a bailar, a comer mejor comprando productos frescos y cocinando, a compartir más tiempo con los nuestros, ampliar el círculo social, aprender nuevas técnicas y competencias profesionales, cultivar una afición, o trabajar un aspecto de mi personalidad que no me conviene y quiero optimizar,…..,
El hecho de realizar esta declaración de objetivos implica tomar conciencia de dónde estás y de elegir y dibujar dónde te gustaría estar, es decir, estás definiendo una evolución que quieres para ti mism@ en determinadas áreas de tu vida que implicará recorrer un camino de aprendizaje.
Visualizarte con ese objetivo conseguido, ponerte manos a la obra, darte mensajes que te animen a perseverar, automotivarte, ser constante y disciplinad@ es todo ello positivo, este proceso en sí mismo ya mejora tu autoestima y confianza. Cuanto más realizas estas acciones, más fuerte te haces, generando una espiral ascendente positiva en la que cada vez es más fácil conseguir los objetivos.
Pero también hay una cara B, si no despliegas la constancia y disciplina necesaria, si no encajas los reveses del proceso y abandonas prematuramente, si tus objetivos no eran factibles, o no cuentas con los recursos necesarios para lograrlos y finalmente abandonas, en cierta forma es como si te fallaras a ti mism@, y ello conlleva un coste en autoestima y confianza.
Todo este conjunto de conductas las podríamos agrupar en lo que conocemos por voluntad, o capacidad para responder y ser fiel a un@ mism@ tras una libre y consciente decisión de lograr un resultado. Sin voluntad no es posible el gobierno de tu propia vida, ni tu desarrollo personal, profesional o social.
En este punto, y para definir el plan que te ayude a llegar a buen puerto, no puedo dejar de recomendarte la Rueda de la vida de VAC, la encontrarás en nuestra herramienta gratuita HAZTE UN CHEQUEO , te ayudará a determinar y priorizar objetivos y a definir un plan que cuente con todos los aspectos necesarios para que alcances tus objetivos.
Uno de los recursos que pueden ser necesarios para lograr algunos de nuestros propósitos es la formación, de hecho, es frecuente buscar formación o cursos en esta época del año que podrían contribuir al alcance de nuestros objetivos.
Pues bien, desde VAC te queremos ofrecer una serie de criterios y condiciones que te servirán para elegir, primero una formación que sea válida para tus objetivos y segundo que sea de calidad para que realmente apoye tu proceso de cambio y aprendizaje.
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Francisco Propios